Esta plaza, que antes se llamaba de doña Ángeles Marañón, marquesa de Aracena, pasó en 1944 a llamarse plaza Doctor Rodríguez Montes, en recuerdo de la labor humanitaria realizada durante los años en los que estuvo éste en el municipio.
En 1946 fue reconstruida con losetas de cemento, bancos de mosaicos sevillanos, alumbrado eléctrico y arboleda.
Esta obra le costó al ayuntamiento municipal 30.000 pesetas, y las obras de construcción fueron dirigidas por el maestro alarife municipal.
Esta obra le costó al ayuntamiento municipal 30.000 pesetas, y las obras de construcción fueron dirigidas por el maestro alarife municipal.
Las calles de los alrededores de esta plaza eran terrizas y los primeros árboles no eran naranjos sino otra clase de árboles.
Antiguamente, en esta plaza se encontraba la farmacia —llamada entonces botica— y junto a ella se encontraba la droguería regentada por Lucía.
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